El Real Murcia continúa mostrando los mismos defectos que tanto criticó Javier Clemente cuando relevó en el banquillo a Lucas Alcaraz el pasado mes de marzo Trece caras nuevas, un proyecto confeccionado exclusivamente por Javier Clemente y la secretaría técnica, encabezada por García Franco, una pretemporada larga para pulir errores del pasado y coger la forma física necesaria para afrontar una dura temporada, todo lo necesario para olvidar el paso por Primera División y los defectos de Lucas Alcaraz al frente del banquillo murcianista, pero siete meses después de la marcha del granadino y de la llegada de Javier Clemente, en el Real Murcia todo sigue igual. El equipo sigue sin encontrar su juego, las derrotas se han convertido ya en una costumbre, el encajar goles es algo ya tan común como el entrenar cada día..., y todo pese a tener en el banquillo un técnico que llegó a la capital murciana dando lecciones y tirando de manual y de experiencia. Desde que aterrizara Javier Clemente en Murcia, el técnico de Barakaldo no desperdició ocasión para, con sus habituales bromas y de forma indirecta, atacar todo lo relacionado con la forma de jugar y de entrenar de Lucas Alcaraz. Sus gracias sobre el pelotazo, la falta de toque y de profundidad, sus constantes comentarios sobre la baja forma física del equipo, su disconformidad con la falta de agresividad y de rapidez de los jugadores que formaban la plantilla y por los que había apostado su antecesor eran el tema de conversación preferido del técnico grana, que con sus chistes quitaba hierro a los malos resultados que seguía consiguiendo el equipo. Críticas y más críticas que ahora se han convertido en la tónica diaria del proyecto Javier Clemente. Según el técnico de Barakaldo, esta plantilla no hubiese descendido la pasada campaña a Segunda División, pero lo cierto, y tras tres jornadas disputadas, es que el toque y la creatividad del centro del campo sigue sin aparecer por Nueva Condomina. A día de hoy, al conjunto grana se le sigue achacando la falta de llegada, la nula aportación del centro del campo, la lentitud de las bandas y las escasas ocasiones de gol que genera, lo que ha provocado que en tres partidos sólo haya logrado un gol a favor. Si la parte ofensiva no funciona, la defensa sigue encajando goles a pares. Ya no está Notario, y Carini entrena en solitario, pero el Murcia ha encajado cinco goles en contra. Además, ni las llegadas de Lillo, Balogh y Xisco Campos han solucionado las debilidades defensivas de la plantilla. Javier Clemente tampoco ha sabido inculcar a la plantilla esa capacidad de reacción que consideraba tan necesaria la temporada pasada para afrontar aquellos partidos en los que el marcador se pone en contra, algo que ha ocurrido en estas tres primeras jornadas ligueras. También se le han puesto en contra sus constantes críticas a la baja forma física de la plantilla de Lucas y sus comentarios sobre la división del vestuario, algo que, en su caso, se ha agravado en sólo tres semanas. Textos tomados de La Opiniondemurcia.es
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